El éxito del experimento de crear vida a partir de restos humanos, conduce a la locura y muerte de un doctor. Esta obra es un clásico como pocos en la literatura. El suceso en el cual se fundamenta esta obra imaginaria ha sido considerado por el doctor Darwin y otros fisiólogos alemanes como no del todo imposible.
Temática
La novela se subtitula El moderno Prometeo, sugiriendo de esta manera la principal fuente de su inspiración. Una de las obras favoritas de Byron era la obra teatral de Esquilo, y el propio Percy Shelley escribió sobre el tema. Prometeo también se presenta a veces como el escultor de la humanidad, un titán que, según explicaría esta leyenda, creó al hombre a partir de la arcilla. La novela no es una simple reescritura del mito clásico, ya que, a diferencia del titán, el moderno Prometeo no es castigado por los dioses, sino por su propia creación. En cierto sentido, el de Prometeo es otra elaboración del mito de diferenciación entre la humanidad y la naturaleza, por el conocimiento y la técnica, y el castigo que ello conlleva, y tiene conexiones con la idea bíblica del demonio.
En cierta forma Frankenstein es una alegoría de la perversión que puede traer el desarrollo científico; concebido y escrito durante las fases tempranas de la revolución industrial, una época de cambios dramáticos, detrás de los experimentos de Víctor Frankenstein está la búsqueda del poder divino: ¿qué mayor poder que el propio acto de creación de la vida? Así, el total desprecio que muestra Frankenstein por la naturaleza puede ser considerado como símbolo de las fuerzas imperiosas que desata el permisivo capitalismo naciente, que no respeta la dignidad básica del ser humano. De hecho, la rebelión de la criatura contra su creador es un claro mensaje del castigo que deriva del uso irresponsable de la tecnología, siendo el mal solo una consecuencia imprevista de este uso.
Frases de Frankenstein
- Soy un malvado porque no soy feliz.
- Yo era bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido. Concededme la felicidad, y volveré a ser virtuoso.
- Ten cuidado; pues no conozco el miedo y soy, por tanto, poderoso.
- Tenía el oscuro presentimiento de que aún no había concluido todo y de que pronto cometería de nuevo algún crimen espantoso, que borraría con su magnitud el recuerdo de su anterior delito.
- Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera.
- Vigilaré con la astucia de la serpiente, y con su veneno te morderé. ¡Mortal! , te arrepentirás del daño que me has hecho.
- El sueño en el cual me sumí me recuperó; y, al despertar, sentí de nuevo como si perteneciera a una raza de seres humanos como yo.
- ¿Acaso piensas que puedes ser feliz mientras yo me arrastro bajo el peso de mi desdicha? Podrás destrozar mis otras pasiones; pero queda mi venganza, una venganza que a partir de ahora me será más querida que la luz o los alimentos.
- Me vengaré de mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo.
- Si todos odian a los miserables, ¿Cómo no han de odiarme entonces a mí, que soy el más miserable de los seres humanos?
- Yo también puedo sembrar la desolación; mi enemigo no es invulnerable. Esta muerte le acarreará la desesperación, y mil otras desgracias lo atormentarán y destrozarán.
El mensaje de Frankenstein
Esta novela abre muchas preguntas sobre la ética humana. El monstruo es un símbolo de que todos podemos llegar a ser malvados. La maldad vive junto a la bondad dentro de nosotros, somos tan capaces de actos bondadosos como de actos malvados, depende de nosotros qué acciones decidimos cometer.
La reflexión principal se da en torno al creador y lo creado. El Doctor Frankenstein se horroriza al ver que su proyecto no tiene los resultado que él esperaba. Se desentiende de la criatura y lo abandona, ni si quiera es capaz de ponerle un nombre.
Fin del Post
Muchas gracias por estar aquí, soy un hombre bueno porque no soy feliz.
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